29/10/11

La nanotecnología y la biotecnología nos cambiarán la vida *


La nanotecnología y la biotecnología nos cambiarán la vida

Que la nanotecnología es una de las tecnologías más potentes que ha creado el ser humano en cientos o incluso miles de años es algo que Tim Harper, de Cientifica.com, dejó muy claro ayer a los asistentes al debate sobre “El futuro de la nanotecnología” en EmTech Spain, la conferencia de tecnologías emergentes organizada por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en España. Pero lo más importante, resaltó, es que para trabajar bien en la escala de los átomos y las moléculas hemos tenido -y tendremos- que aprender de la naturaleza. “El ADN, por ejemplo, es el mejor medio de almacenaje que se ha inventado jamás: si lo transcribiéramos al sistema binario ocuparía relativamente poco espacio frente a otros sistemas de datos artificiales”, recordaba Harper al auditorio. “Además, la naturaleza usa un puñado de polímeros, celulosa, azúcar y ácido nucleico para lo mismo que los humanos usamos miles de materiales diferentes”.

En su exposición, Harper aseguró que el microscopio ha sido una tecnología fundamental en la evolución de la ciencia y la tecnología. “Hemos pasado de un control de los materiales (pasivo) –cuando tallábamos piedras- al control de las cosas (activo)”, afirmaba el experto. Ahora, gracias la nanotecnología, podemos preguntarnos directamente por las propiedades de los materiales ideales que necesitamos crear. Como recordaba minutos después Javier García Martínez, profesor y director del Laboratorio de Nanotecnología Molecular de la Universidad de Alicante, la nanotecnología no es el futuro sino el presente, porque ya está sucediendo: hay más de 500 productos en el mercado que ya incluyen nanopartículas, y muchos más se agolpan a sus puertas. ¿Nos ayudará a curar el cáncer o el sida, tal vez? García Martínez ve más próximas otras dos aplicaciones: obtener energía limpia y fabricar todo tipo de materiales más ligeros.

De lo que no cabe duda es de que, como concluía Harper, “las nanotecnologías y las biociencias serán tan importantes en el siglo veintiuno como lo fueron el petróleo, los polímeros y los semiconductores en el siglo pasado".


La biotecnología nos hará más felices

"La base de la felicidad es la salud" afirmaba con rotundidad Richard Kivel (Rhapsody), fundador de Rhapsody Biologics. Y con 7.000 millones de personas sobre la Tierra, "hay mucha gente a la que hacer feliz, y a la que proporcionar energía, agua, transporte y combustibles, etc." Una de las tecnologías emergentes que va a hacerlo posible es, sin duda, la biotecnología. Además de su aplicación en el desarrollo de biocombustibles, así como el auge de la bioinformática, Kivel destacaba que la medicina personalizada es una de las primeras líneas de aplicación, seguida de la ingeniería de tejidos, que tiene un potencial extraordinario. “Parece ciencia ficción, pero podemos crear tejidos y órganos nuevos en el laboratorio”, afirmaba con entusiasmo el experto, que además augura que “la próxima generación de fármacos la crearán empresas de biotecnología con solo diez o doce empleados”, algo que hace unos años nos hubiese parecido impensable.

Por su parte, el español Ángel Cebolla, director general de la empresa Biomedal, explicó que el anticuerpo es “el fármaco nanotecnológico natural”. Usar anticuerpos monoclonales para tratar enfermedades como el cáncer, la artritis reumatoide, ofrece innumerables ventajas, ya que son seguros, llegan a casi todo el cuerpo, son específicos, son estables y acortan el tiempo de desarrollo.

Tras Ángel Cebolla intervino Robert Nicol, director de Operaciones de Secuenciación Genética y Desarrollo Tecnológico en el Broad Institute del MIT y la Universidad de Harvard, que confesó que su formación en ingeniería y construcción fue fundamental para investigar después sobre el genoma humano. "Comprendí que la ingeniería aplicada a la biología podría cambiar el mundo, y comprobé que la formación multidisciplinar es necesaria para el futuro de la biotecnología", concluía.

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